OTOÑADA 2017
Escrito por DE PAMPLIEGA CRA, sábado 25 de noviembre de 2017 , 12:16 hs , en PRIMER TRIMESTRE



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  • Extintores el jueves 10 de septiembre de 2020, 12:37 hs

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  • Nutrias el lunes 12 de agosto de 2024, 17:45 hs

    Descubre la Magia del Tablao Flamenco en Sevilla

    Cuando hablamos de flamenco Sevilla, no podemos dejar de lado los tablaos, esos lugares llenos de arte, pasión y tradición que forman parte fundamental de la cultura andaluza. Sevilla, cuna del flamenco, es reconocida mundialmente por ser uno de los epicentros donde esta expresión artística se vive y se siente en su máxima intensidad.

    ¿Qué es un Tablao Flamenco?

    Un tablao flamenco Sevilla  es un escenario íntimo y tradicional donde se realizan espectáculos de flamenco. Estos espacios surgieron a mediados del siglo XX como una evolución de los antiguos cafés cantantes, y rápidamente se convirtieron en puntos de encuentro para los aficionados al flamenco y turistas en busca de una experiencia auténtica.

    Los tablaos ofrecen un ambiente único, con una cercanía entre los artistas y el público que permite vivir el flamenco de una manera muy especial. La guitarra, el cante y el baile se funden en un solo ritmo que envuelve a los asistentes en una atmósfera llena de emoción y sentimiento.

    El Tablao Flamenco en Sevilla: Un Referente Mundial

    Hablar de tablao Sevilla es referirse a una ciudad que respira flamenco por todos sus rincones. Sevilla es hogar de algunos de los tablaos más emblemáticos del mundo, donde han actuado y siguen actuando grandes figuras del flamenco. Estos lugares son más que simples escenarios; son auténticos templos donde se rinde culto a esta forma de arte que es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

    En Sevilla, la oferta de tablaos es variada y de gran calidad. Cada uno tiene su propio estilo y esencia, pero todos comparten un mismo objetivo: transmitir la pureza y la fuerza del flamenco a través de espectáculos en vivo que dejan huella en quienes los presencian.

    Experiencia Inolvidable en un Tablao Flamenco Sevillano

    Asistir a un tablao flamenco en Sevilla es una experiencia inolvidable. Desde el momento en que se cruza la puerta, se percibe un ambiente cargado de historia y tradición. La decoración suele estar cuidada al detalle, con elementos que evocan el carácter andaluz: azulejos, faroles, y por supuesto, una atmósfera íntima que prepara a los espectadores para lo que está por venir.

    Los espectáculos suelen comenzar con el toque de la guitarra, seguido por la profunda voz del cantaor o cantaora, que entona letras que hablan de amor, desamor, alegría y pena, temas universales que son el alma del flamenco. El culmen llega con el baile, donde el taconeo, el movimiento de las manos y la expresividad del cuerpo capturan la esencia misma del flamenco.

    Si estás en Sevilla, no puedes dejar de vivir la experiencia de un tablao flamenco sevillano. Es una oportunidad única para sumergirse en la cultura andaluza y disfrutar de un espectáculo que combina técnica, emoción y tradición. Cada tablao tiene su propio encanto, pero todos comparten la misma pasión por mantener vivo el arte del flamenco en su forma más pura y auténtica.

     

  • Indira Torres el viernes 11 de julio de 2025, 23:18 hs

    Incendio en Sitges: cuando el fuego entra sin llamar

    Incendio en Sitges: cuando el fuego entra sin llamar.

    Vaya domingo el que se vivió en Sitges. De esos que uno no olvida fácilmente. Cuando aún muchos estaban recuperándose de la resaca de la madrugada —y no necesariamente del alcohol—, la calle Anselm Clavé se convertía en el escenario involuntario de un episodio de esos que ponen los pelos de punta. Una vivienda ardía. El comedor reducido a brasas. Dos personas evacuadas con el humo trepando por sus pulmones como si fuera dueño y señor de la casa. Y mientras los bomberos llegaban con precisión quirúrgica, los vecinos apenas atinaban a sacar el móvil para grabar entre el pánico y la impotencia.

    En esta España nuestra, que lo tiene todo —y a menudo lo malgasta todo—, aún hay hogares que se resisten a incorporar medidas mínimas de seguridad. Y cuando uno menos se lo espera, el fuego se cuela entre las paredes, como un ladrón que no necesita puerta.

    Un incendio que pudo evitarse

    Y es que, claro, hablamos de un incendio en Sitges, pero podríamos estar hablando de cualquier rincón de este país que presume de paellas al fuego vivo y de siestas junto al brasero. ¿Dónde están los sensores de humo, los detectores térmicos, el sistema de extinción bajo la campana extractora? ¿Dónde está el extintor, esa herramienta humilde y noble, pero despreciada por tantos?

    Nosotros, que lo hemos visto todo, sabemos que hay incendios que avisan. Que no estallan, sino que crepitan tímidos antes de devorarlo todo. Pero si en esa casa hubiera estado colgado en la pared un extintor bien cargado, si alguien hubiera recibido una mísera formación sobre cómo usarlo, el relato sería otro. Menos dramático. Menos noticiable, si se quiere.

    Despertar con fuego: el horror matinal

    A las 07:00 horas. A esa hora en que uno debería estar girando sobre la almohada, no echando a correr por las escaleras con la garganta ardiendo. Así recibieron la llamada los Bomberos de la Generalitat. Así saltó la alarma. La rapidez fue de película, y por suerte, no hubo que lamentar muertos. Pero dos personas se llevaron su buena dosis de humo en los pulmones, con sus respectivos traslados: uno al Hospital Vall d’Hebron, otro al Sant Camil de Sant Pere de Ribes. No es poca cosa. Y no, no es anecdótico.

    Sitges es una joya del Mediterráneo. Pero ni su luz ni su turismo de boutique la salvan del abandono de lo esencial. Cuando la prevención se deja en manos del azar, lo que sigue es el caos. Y luego llegan los titulares, los partes médicos, los análisis de los peritos… y el olvido. Hasta el próximo incendio.

    El humo no distingue clases ni códigos postales

    Lo hemos repetido mil veces y lo seguiremos haciendo hasta quedarnos sin voz: el fuego no discrimina. La inhalación de humo es una de las principales causas de muerte en los incendios. No es el calor lo que primero te tumba, es esa nube negra que entra y te apaga desde dentro. Una cocina sin ventilación adecuada, sin mantenimiento de filtros, sin revisión técnica periódica… es un crimen a la espera de cometerse.

    En este caso, elincendio en Sitges comenzó en el comedor. Pero ¿qué había allí? ¿Una vela olvidada? ¿Una regleta sobrecargada? ¿Una fritura que se fue de las manos? Las investigaciones dirán. Lo cierto es que la estructura de la casa aguantó. Pero el susto, el olor a quemado, la ropa chamuscada, eso no se borra con pintura nueva.

    Extintores y sentido común: armas contra el fuego

    Si fuéramos un país serio —y a veces lo somos, aunque brevemente—, tendríamos campañas masivas para recordar que cada hogar debe tener su extintor. Como tiene sus cuchillos, su escoba o su microondas. La seguridad no es una opción decorativa. No es un capricho de maniáticos. Es una obligación moral. Y legal, en muchos casos.

    Lo mismo sucede con las campanas extractoras en cocinas, especialmente en locales de hostelería. Pero también en casas donde el guiso es ley y la sartén canta más que la televisión. No basta con instalar. Hay que mantener. Limpiar. Inspeccionar. Porque los incendios no surgen por brujería. Tienen causas. Y muchas de ellas se pueden cortar de raíz.

    El incendio de Sitges y las lecciones no aprendidas

    Este incendio no es el primero, y mucho nos tememos que no será el último. ¿Cuántas veces más se tendrán que llenar los telediarios con imágenes de llamas saliendo por ventanas? ¿Cuántas columnas de humo tendrán que dibujar el cielo de nuestros pueblos para que se actúe de una vez?

    Los expertos —que los hay, aunque no siempre se les escucha— insisten en lo mismo: formación, equipamiento y responsabilidad. Pero el ciudadano medio sigue sin saber qué hacer si se encuentra cara a cara con el fuego. La reacción habitual es correr, gritar, bloquearse. Por eso, desde aquí, lanzamos un mensaje claro: infórmese. Practique. Adquiera un extintor. Haga revisiones periódicas. No espere a ver su casa en las noticias.

    Bomberos: héroes en silencio

    La actuación de los Bomberos fue ejemplar. Como casi siempre. Llegaron, evacuaron, controlaron, informaron. Pero no se puede poner todo el peso de la seguridad en sus espaldas. Ellos apagan. Pero nosotros debemos evitar. Ellos llegan cuando el desastre ya asoma por la puerta. Nosotros debemos impedir que cruce el umbral.

    En cada comunidad de vecinos debería haber formación básica contra incendios. Saber usar un extintor debería ser tan elemental como saber atarse los cordones. ¿O acaso dejamos los cinturones de seguridad sólo en manos de los bomberos?

    La importancia de una cultura preventiva

    Hablamos mucho de cultura, de valores, de identidad. Pero poco de cultura preventiva. Y ahí nos la jugamos. Porque la prevención no se nota… hasta que falta. No es noticia un hogar que no se quema gracias a un detector de humo. Pero sí lo es el que arde por no tenerlo.

    El incendio en Sitges debería servir de aviso. Un aldabonazo para que no se nos olvide lo frágiles que somos. Lo cerca que está el desastre cuando ignoramos lo básico. Porque nadie espera que su casa arda. Hasta que arde.