HALLOWEEN
El CEIP Rey Wamba organiza el “Primer Concurso de Halloween”.
El día 31 celebraremos en el centro la Fiesta de Halloween .Los niños pueden venir disfrazados (disfraz libre, si es posible de terror) desde casa.
Un saludo
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Las Bocas de Incendio Equipadas (BIE) son elementos esenciales en la protección contra incendios de edificios, fábricas, almacenes, oficinas y otros espacios de uso público o privado. Su función principal es proporcionar un suministro constante de agua a presión, permitiendo actuar de manera rápida y eficaz frente a un incendio antes de que se extienda y genere daños irreparables.
En este artículo presentamos información completa sobre las BIE, desde su origen, componentes y ventajas, hasta los aspectos técnicos más relevantes, como la presión adecuada, el mantenimiento preventivo y la correcta instalación según las normativas vigentes.
El concepto de las bocas de incendios surgió en Inglaterra durante el siglo XIX, cuando se instalaron los primeros sistemas rudimentarios para combatir emergencias en fábricas y almacenes. En sus inicios, consistían únicamente en una tubería conectada a un depósito de agua, equipada con una válvula de apertura rápida que permitía liberar el caudal necesario para sofocar un fuego.
Con el paso del tiempo, la tecnología fue perfeccionándose. Se incorporaron mangueras resistentes, boquillas de diferentes diámetros y conexiones normalizadas, lo que convirtió a las BIE en sistemas versátiles y confiables. Actualmente, su instalación y uso están regulados por estrictas normativas internacionales y nacionales que garantizan la seguridad de los usuarios y la efectividad del dispositivo.
Una Boca de Incendio Equipada está formada por varios elementos que, en conjunto, permiten el control eficiente del fuego:
Armario metálico: protege el sistema contra golpes, polvo y condiciones externas.
Manguera: generalmente de 20 o 30 metros de longitud, enrollada en un soporte para facilitar su despliegue.
Boquilla regulable: permite dirigir el chorro de agua en diferentes posiciones (neblina, chorro sólido, cierre).
Válvula de apertura: controla el flujo de agua desde la red de abastecimiento.
Manómetro: mide la presión de trabajo para asegurar que el caudal sea suficiente.
Estos elementos están diseñados para ser utilizados de manera rápida y sencilla por personal entrenado en situaciones de emergencia.
Uno de los aspectos fundamentales en la instalación de las bocas de incendio es la distancia entre bies. Según las normativas, el objetivo es garantizar que cualquier punto del edificio pueda ser cubierto eficazmente por al menos una manguera desplegada.
En la mayoría de regulaciones europeas y españolas, la distancia máxima entre dos BIE suele ser de 50 metros, lo que asegura que no queden zonas sin cobertura. Además, se recomienda instalarlas en zonas accesibles, visibles y señalizadas, como pasillos principales, salidas de emergencia o áreas comunes.
Una distribución estratégica no solo mejora la rapidez de respuesta, sino que también reduce riesgos en zonas de alta concurrencia como oficinas, centros comerciales, hospitales y naves industriales.
Las Bocas de Incendio Equipadas se clasifican principalmente en dos modelos:
BIE 25 mm: equipadas con mangueras semirrígidas, son fáciles de manejar y permiten una intervención rápida. Se utilizan en espacios donde se requiere agilidad y maniobrabilidad, como oficinas, locales comerciales y edificios residenciales.
BIE 45 mm: incorporan mangueras flexibles de mayor diámetro, pensadas para un caudal superior. Su uso está destinado a áreas industriales, almacenes y grandes superficies donde se necesita más agua para controlar incendios de gran magnitud.
La elección entre bie 25 mmy 45 mm dependerá de la evaluación del riesgo, el tipo de edificio y las normativas aplicables en cada caso.
Las BIE ofrecen múltiples beneficios que las convierten en un recurso indispensable en materia de seguridad contra incendios:
Disponibilidad inmediata: siempre listas para usarse en caso de emergencia.
Suministro continuo de agua: a diferencia de los extintores, no se agotan rápidamente.
Cobertura amplia: gracias a la longitud de la manguera, se puede llegar a diferentes zonas del edificio.
Durabilidad: los materiales de fabricación (hierro fundido, acero y bronce) garantizan resistencia frente al desgaste y la corrosión.
Complemento a otros sistemas: funcionan en conjunto con extintores, rociadores automáticos y alarmas de incendios, ofreciendo un sistema integral de seguridad.
La presión adecuada de las BIE es uno de los factores más relevantes para su correcto desempeño. Según normativas internacionales como la NFPA 14, el rango recomendado se encuentra entre 4 y 12 bares, siendo 7 bares la presión óptima en la mayoría de instalaciones.
Un nivel inferior de presión puede reducir la efectividad del chorro, mientras que una presión demasiado alta podría dañar las mangueras y conexiones. Por esta razón, se deben realizar pruebas periódicas de presión a cargo de personal especializado, asegurando que el sistema cumpla con los parámetros establecidos por la legislación vigente.
La boca de incendios requiere un mantenimiento constante para garantizar su operatividad en cualquier momento. Las principales tareas de inspección incluyen:
Comprobación del estado físico de la manguera.
Verificación del funcionamiento de la válvula y el manómetro.
Ensayo de caudal y presión.
Revisión del cartel señalizador y la accesibilidad del armario.
Las revisiones deben realizarse de manera trimestral, semestral y anual, siguiendo la normativa UNE-EN 671-3. Además, se recomienda contar con un equipo técnico certificado para ejecutar las pruebas y mantener un registro actualizado de las inspecciones.
Importancia de la señalización y accesibilidad
De nada sirve disponer de una BIE 25 mm o de mayor diámetro si, en una situación de emergencia, no puede localizarse con rapidez. Por ello, cada boca de incendios debe estar claramente señalizada mediante pictogramas homologados, visibles incluso en condiciones de humo o poca iluminación.
Asimismo, el acceso a la BIE debe estar libre de obstáculos en todo momento. Mantener pasillos despejados y no usar los armarios de las BIE para almacenamiento es fundamental para garantizar su funcionalidad inmediata.
Las Bocas de Incendio Equipadas representan una de las herramientas más efectivas en la lucha contra incendios en todo tipo de edificaciones. Su correcta instalación, el respeto a la distancia entre BIE, la elección entre modelos como la bie 25 mm o 45 mm, y un mantenimiento adecuado son aspectos clave para asegurar una protección óptima.
Invertir en sistemas contra incendios no solo cumple con las exigencias legales, sino que también protege vidas, bienes materiales y la continuidad de la actividad económica. La prevención y la preparación son siempre la mejor defensa frente a cualquier eventualidad.