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Tipos de extintores: lo que usted debería saber antes de que todo arda.
Los extintores no son adornos. No son amuletos ni trofeos. Son instrumentos de supervivencia, tan cruciales como un cinturón de seguridad o un desfibrilador. Pero claro, hay que saber usarlos, y sobre todo, hay que saber cuál es el adecuado. Porque no es lo mismo un incendio en una freidora que en un cuadro eléctrico. Ni de lejos.
La clasificación del fuego no es un juego de letras. Es el primer paso para actuar con sensatez. Y sí, querido lector, conviene aprenderlo aunque sea una vez en la vida. De eso depende que una chispa no termine en tragedia.
Clase A: Materiales sólidos como madera, papel, tela. Son los fuegos domésticos por excelencia. Silenciosos, persistentes, familiares.
Clase B: Líquidos inflamables. Gasolina, disolventes, aceites. Aquí la propagación es fulminante.
Clase C: Gases inflamables: butano, propano, gas natural. Una mala ventilación y una chispa bastan para volar medio local.
Clase D: Metales como sodio, magnesio, aluminio. Fuegos técnicos. Muy poco comunes, pero muy traicioneros.
Clase F: Aceites y grasas. Cocina profesional. Fuego graso, difícil, peligroso. El que parece menor, pero es de los más mortales.
Saber esto no es cultura general. Es autoprotección de primer nivel.
A estas alturas, ya deberíamos dejar de ver el mundo extintor como una sección de catálogo de ferretería. Aquí hablamos de equipos diseñados con precisión para neutralizar diferentes amenazas. Lo que para unos es un cilindro rojo, para otros es la frontera entre el susto y la ruina.
Y si hay un error común que lo arruina todo, es pensar que un solo tipo de extintor sirve para cualquier fuego. Gran equivocación. Veamos, sin paños calientes, qué tipos existen y para qué sirven realmente.
Sencillos, efectivos, y también los más limitados. El agua es buena amiga del fuego de madera o papel. Pero conviértala en enemiga si hay corriente eléctrica o líquidos inflamables.
Usos comunes: viviendas, almacenes, colegios.
Ventajas: económicos, ecológicos, fáciles de utilizar.
Peligros: no aptos para fuegos de clase B, C ni eléctricos.
Aquí llegamos al caballo de batalla. Son los más versátiles. Detienen la reacción química del fuego, lo asfixian. El polvo se cuela en todo, eso sí: olvídese de usarlo cerca de servidores o dispositivos electrónicos si no quiere acabar limpiando una semana entera.
Usos comunes: garajes, comunidades, fábricas, viviendas.
Ventajas: rápido, útil contra varios tipos de fuego.
Inconvenientes: deja residuos difíciles de eliminar.
En este punto del texto —aproximadamente un tercio— conviene recordar que los distintos tipos de extintores existen por una razón. Y no, no es capricho normativo. Es simple y llanamente seguridad. Saber diferenciarlos es tener el poder de apagar o empeorar un incendio. Aquí se juega con segundos, no con manuales de instrucciones.
Gas incoloro, inodoro, que desplaza el oxígeno y enfría el foco del fuego. No deja restos. Ideal para entornos con tecnología. Pero cuidado, no es aire: en espacios cerrados puede desplazar el oxígeno respirable.
Usos comunes: salas de servidores, laboratorios, cocinas con equipos eléctricos.
Ventajas: limpio, no conductivo, preciso.
Advertencia: riesgo de asfixia en lugares sin ventilación.
Aquí no hay margen para la improvisación. Estos fuegos requieren agentes especiales, normalmente polvos secos que absorben calor y aíslan el metal del oxígeno. No intente apagarlos con agua: podría causar una explosión.
Usos comunes: industrias metalúrgicas, talleres de precisión, laboratorios químicos.
Ventajas: altamente efectivos en fuegos específicos.
Riesgos: uso indebido con otros agentes puede ser catastrófico.
Y aquí, querido lector, llegamos a la médula del asunto. Tener un extintor sin saber si sirve para lo que puede quemarse a su alrededor es como llevar gafas de sol en una mina. Bonito, pero inútil.
Lo que realmente protege no es solo el extintor, sino el conocimiento de qué fuego puede surgir y con qué extinguirlo sin agravar el problema.
Si tiene una cocina profesional y no cuenta con un extintor de clase F, mejor cierre el negocio. La grasa caliente es de las llamas más difíciles. Aquí se impone una espuma saponificadora que cubre y enfría sin salpicar.
Usos comunes: restaurantes, bares, cocinas industriales.
Ventajas: eficacia específica, sin reacciones violentas.
Peligro: no apto para ningún otro tipo de fuego.
De nada sirve un extintor con buena presencia si está descargado o fuera de fecha. La normativa no es opcional. Y las revisiones tampoco.
Mensualmente: control visual y presión.
Anualmente: revisión profesional certificada.
Cada 5 años: retimbrado obligatorio con pruebas hidráulicas.
Vida útil: hasta 20 años, si se cuida bien.
Un extintor sin mantenimiento es una farsa peligrosa.
Cada espacio tiene su amenaza. Cada actividad, su perfil de riesgo. ¿Tiene usted servidores? CO₂. ¿Un taller con soldadura? ABC y clase D. ¿Una cocina que hierve aceite a diario? Clase F. No lo deje al azar. Haga un análisis de riesgos, aunque sea en servilleta.
La norma es clara: RIPCI, Real Decreto 513/2017, lo deja escrito. Extintores cada 15 metros. Mantenimiento. Señalización. Inspección por personal autorizado. Pero más allá del papel, hay que entender el espíritu: proteger personas y bienes. Y eso, por fortuna o por desgracia, sigue dependiendo del sentido común.
Los extintores no son un lujo. Son una barrera real frente a lo imprevisible. Pero mal elegidos, o peor aún, mal mantenidos, son una trampa mortal. Confiar en expertos es proteger a los suyos.
Y, en esta materia, no caben dudas. Actúe antes de que el humo lo despierte.
En el entorno de la hostelería, cada decisión en el diseño de una cocina profesional es determinante para garantizar la seguridad alimentaria, la eficiencia operativa y la durabilidad de las instalaciones. Entre los elementos más importantes, la mesa de acero inoxidable se posiciona como una herramienta indispensable. No solo es una superficie de trabajo higiénica y resistente, sino que también contribuye al orden y la productividad de todo el equipo.
A continuación, ofrecemos una guía completa y detallada que le permitirá conocer qué aspectos considerar antes de invertir en la mesa adecuada para su negocio gastronómico.
El acero inoxidable es sinónimo de higiene, resistencia y practicidad. A diferencia de la madera, el aluminio o los plásticos de uso alimentario, este material no absorbe olores ni bacterias, lo que garantiza un entorno de manipulación seguro. Además, su resistencia al calor, la humedad y los productos químicos lo convierte en un aliado indispensable para cocinas sometidas a un ritmo intensivo.
Una mesa construida con acero inoxidable de calidad no solo soporta cargas pesadas y movimientos constantes, sino que también mantiene un aspecto profesional durante años con un mantenimiento mínimo.
Antes de adquirir una mesa, es fundamental analizar una serie de criterios técnicos y prácticos que marcarán la diferencia en el rendimiento de su cocina:
Grosor del acero: lo recomendable es elegir mesas con un espesor entre 1,2 mm y 2 mm, ya que garantizan robustez y resistencia al desgaste.
Tipo de acero inoxidable: las aleaciones más utilizadas en hostelería son AISI 304 y AISI 430. El primero es más resistente a la corrosión y apto para contacto con alimentos, mientras que el segundo resulta más económico, ideal para zonas de apoyo.
Altura regulable: las patas ajustables permiten adaptar la superficie a diferentes tareas y mejorar la ergonomía del equipo.
Refuerzos estructurales: un refuerzo inferior o perfiles transversales aumentan la capacidad de carga y evitan deformaciones.
En la fase intermedia de selección, debemos evaluar no solo las características del material, sino también cómo se integrará en el flujo de trabajo del restaurante. Al plantearnos cómo Elegir una Mesa de Acero Inoxidable para tu Cocina Profesional, resulta esencial estudiar la ubicación del mobiliario en relación con hornos, cámaras frigoríficas y zonas de lavado.
Las mesas centrales facilitan la preparación de grandes volúmenes de alimentos, mientras que las mesas murales, pegadas a la pared, aprovechan mejor los espacios reducidos. Si la cocina requiere movilidad, existen modelos con ruedas bloqueables que permiten reconfigurar la distribución según la demanda.
El mercado ofrece un abanico amplio de configuraciones adaptadas a cada necesidad:
Mesas lisas de preparación: ideales para cortar, mezclar o emplatar alimentos.
Mesas con estantes inferiores: útiles para almacenar utensilios, recipientes o ingredientes de uso frecuente.
Mesas con fregadero integrado: recomendadas en zonas de lavado o preparación de vegetales, con grifos de alto caudal.
Mesas modulares: permiten ampliar o reconfigurar la superficie de trabajo en función del crecimiento del negocio.
Mesas con bordes antisalpicaduras: especialmente indicadas para áreas de líquidos o manipulación de carnes.
La elección del tamaño dependerá del espacio disponible y del volumen de producción de su cocina. En locales pequeños, 1,2 a 1,5 metros pueden ser suficientes, mientras que en cocinas industriales se recomiendan mesas de hasta 3 metros de longitud.
En cuanto a la altura, lo estándar oscila entre 85 cm y 90 cm. Sin embargo, para equipos que trabajan largas jornadas de pie, lo ideal es optar por mesas regulables que reduzcan la fatiga y eviten lesiones.
Aunque el acero inoxidable es altamente resistente, no está exento de cuidados. Para garantizar una vida útil más larga, se recomienda:
Evitar limpiadores abrasivos que puedan rayar la superficie.
Secar siempre la mesa tras el contacto con líquidos para prevenir manchas de cal.
No dejar productos ácidos o con cloro en contacto prolongado con la superficie.
Pulir periódicamente con productos específicos para mantener el brillo original.
Un correcto mantenimiento asegura que la inversión inicial se traduzca en años de rendimiento impecable.
Una mesa de acero inoxidable no es un elemento aislado. Forma parte de un ecosistema de mobiliario profesional que debe funcionar de manera sincronizada. Su integración con campanas extractoras, hornos, freidoras o lavavajillas industriales es vital para lograr un entorno de trabajo eficiente.
El aspecto visual uniforme del acero inoxidable contribuye también a la estética del espacio, ofreciendo una imagen de orden, higiene y profesionalidad frente al personal y a las inspecciones sanitarias.
En el mercado español e internacional destacan marcas como Inoxibar, Metalfrio y Sirman, reconocidas por su calidad y por ofrecer garantías certificadas de seguridad alimentaria (normas NSF o FDA).
Es aconsejable acudir a proveedores especializados en mobiliario industrial, capaces de asesorar sobre el modelo adecuado en función de las necesidades específicas de cada cocina. Siempre que sea posible, visitar un showroom permite comprobar la solidez, el acabado y la ergonomía del producto antes de la compra.
Las necesidades de cada negocio son únicas, por lo que muchos fabricantes ofrecen opciones de personalización:
Ruedas industriales con freno para mejorar la movilidad.
Superficies de corte en madera incorporadas en la mesa.
Cajoneras integradas para utensilios pequeños.
Soportes para tablas y bandejas que agilizan el flujo de trabajo.
Refuerzos adicionales en patas para soportar maquinaria pesada.
Estos accesorios incrementan la funcionalidad de la mesa y permiten que se adapte perfectamente a la operativa del negocio.
Invertir en una mesa de acero inoxidable para su cocina profesional no es un gasto, sino una decisión estratégica que repercutirá en la productividad, higiene y seguridad alimentaria de su negocio. Analizar el tipo de acero, el tamaño, la ergonomía y las opciones de personalización asegura que su elección se ajuste perfectamente a las demandas de la hostelería moderna.
Con la mesa adecuada, cada tarea en su cocina será más rápida, más segura y más eficiente, elevando así la calidad del servicio que ofrece a sus clientes.
Faúndez insta a los ayuntamientos a acelerar la entrega de documentación para los planes de prevención de incendios.
En una firme apuesta por la prevención de incendios forestales, el presidente de la Diputación, Javier Faúndez, ha hecho un llamamiento urgente a los ayuntamientos de la provincia para que remitan la documentación pendiente necesaria en la elaboración de los planes de actuación locales. Esta documentación resulta esencial para completar los instrumentos de respuesta ante emergencias y reforzar la seguridad en todos los municipios, especialmente aquellos situados en zonas de interfaz urbano-forestal.
Durante una rueda de prensa celebrada en el Salón de Plenos, Faúndez explicó los avances logrados en la reunión mantenida con el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Fernando Javier Prada Antón, junto con técnicos de Medio Ambiente y personal especializado de la Diputación. El encuentro sirvió para consolidar la colaboración entre ambas instituciones, encaminada a desarrollar estrategias conjuntas que fortalezcan los planes de prevención y las guías de respuesta ante incendios.
Faúndez destacó que la Diputación ya ha remitido a los municipios los modelos de ordenanza contra incendios, los cuales deben ser aprobados en pleno. Sin embargo, subrayó que muchos ayuntamientos aún no han enviado la documentación complementaria, imprescindible para la creación de los planes locales. Estos informes incluyen detalles técnicos como la ubicación de fincas, planos con las bocas de riego, rutas de evacuación y zonas de riesgo.
Hasta la fecha, únicamente siete municipios han entregado esta información. Faúndez insistió en que la agilidad en este proceso es clave para poder iniciar los trabajos de campo y ejecutar las medidas preventivas antes de la próxima campaña estival.
El presidente también adelantó que la Diputación contratará a un equipo de once técnicos especializados en gestión forestal, que se desplazará por las 507 localidades de la provincia. Estos profesionales elaborarán informes detallados que permitirán a una empresa externa desarrollar los planes y guías con la máxima precisión y eficiencia.
El compromiso económico con la protección medioambiental se materializará a través de una encomienda de gestión de 3 millones de euros, que será ejecutada por Somacyl. Este presupuesto permitirá iniciar, a partir de enero, trabajos de desbroce en los perímetros de los pueblos y en fincas municipales. Estas acciones buscan reducir la carga de combustible vegetal y, por tanto, minimizar el riesgo de propagación del fuego.
Además, se llevarán a cabo labores de limpieza de balsas y mantenimiento de hidrantes, siempre en coordinación con la Confederación Hidrográfica del Duero. Paralelamente, la Diputación invertirá en nueva maquinaria, incluyendo biotrituradoras, mochilas y batefuegos, así como dos buldózer adicionales destinados a mejorar la capacidad operativa durante los desbroces.
Entre las actuaciones más destacadas se encuentra también la instalación de bocas de riego cada 50 metros en los núcleos de población. Para ello, los ayuntamientos deberán identificar y comunicar las bocas de riego deterioradas o inexistentes, de manera que puedan ser sustituidas o instaladas nuevas unidades.
Dentro de las infraestructuras de protección contra incendios, la bie 25 mm cobra especial relevancia. Este tipo de boca de incendio equipada se considera un elemento esencial en cualquier instalación pública o privada, ya que permite una intervención inmediata antes de la llegada de los servicios de emergencia. La Diputación busca que todos los municipios dispongan de una red de BIE moderna, accesible y en correcto estado operativo, para garantizar la primera respuesta eficaz ante un fuego incipiente.
Estas instalaciones, junto con las bocas de riego y los hidrantes urbanos, forman un entramado vital en la estrategia de protección municipal. Contar con un sistema actualizado de BIE 25 mm no solo reduce el tiempo de reacción, sino que también incrementa la seguridad del personal local y de los vecinos en caso de emergencia.
La prevención no se limita a la infraestructura: también implica formar y equipar adecuadamente al personal. Por ello, la Diputación ha anunciado un programa de formación en materia de prevención de incendios, que será impartido por los bomberos de los parques provinciales. Este curso estará dirigido principalmente al personal municipal, abordando el manejo de equipos como las BIE, los hidrantes y los extintores.
En paralelo, se hace hincapié en la necesidad de mantener los extintores en valencia y en el resto de municipios de la región en perfecto estado de revisión. Los ayuntamientos deberán cumplir con los plazos reglamentarios de mantenimiento, asegurando que cada instalación cuente con extintores adecuados según el riesgo y la normativa vigente. La coordinación con las empresas de mantenimiento será clave para garantizar la operatividad de estos equipos en caso de incendio.
El delegado territorial, Fernando Javier Prada Antón, recordó que los municipios podrán acceder a ayudas de hasta el 100% para la adquisición de vehículos y equipos de extinción, así como a subvenciones del 50% para la elaboración de estudios técnicos. Estas medidas pretenden aligerar la carga financiera de los ayuntamientos y fomentar la modernización de sus infraestructuras de seguridad.
Asimismo, Prada explicó las dos herramientas fundamentales en las que se trabaja actualmente: la Guía de Respuestas ante Incendios Forestales, de carácter obligatorio para todos los municipios, y los Planes de Actuación Local, más específicos y adaptados a las zonas de riesgo elevado. Se prevé que ambos documentos estén listos en los primeros meses de 2026, consolidando así una estructura integral de respuesta ante emergencias.
La política impulsada por la Diputación no solo busca responder a las emergencias, sino anticiparse a ellas. La combinación de infraestructuras modernas, planes técnicos actualizados y formación continua permitirá a los municipios afrontar con mayor solvencia los retos derivados del cambio climático y la creciente presión sobre el entorno natural.
El reciente decreto ley del 23 de octubre, aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta, representa un cambio sustancial en la gestión preventiva. Su aplicación requerirá la colaboración de todos los grupos políticos y de las entidades locales, con el objetivo común de preservar el patrimonio forestal y garantizar la seguridad de las personas y bienes.
Finalmente, Faúndez anunció el nombramiento de Lorenzo Jiménez como nuevo director general de Ifeza. Su experiencia en la gestión pública y su trayectoria en la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica refuerzan el compromiso de la Diputación con la eficiencia y la sostenibilidad en todas las áreas de actuación.
La coordinación entre administraciones, la inversión en equipamiento moderno como la BIE 25 mm, la correcta instalación de extintores, y la implicación de los ayuntamientos en la entrega de documentación son los pilares de una estrategia sólida para construir municipios más seguros frente a los incendios.