ALUNMOS DE NUESTRO CENTRO BECADOS PARA EL PROGRAMA DE INMERSIÓN LINGÜISTICA DEL MEC
Nuestro centro ha sido seleccionado para participar en el Programa de Inmersión Lingüística de otoño, promovido y financiado por el MEC. El programa consistirá en la asistencia por parte de grupos de estudiantes, junto con su profesor/a de inglés y otro profesor acompañante, a distintos centros en España, dentro de la península y fuera del entorno escolar, en los que convivirán dos grupos de distintas Comunidades Autónomas, durante períodos semanales en el último trimestre de 2014. Se propiciarán situaciones que estimulen la práctica del idioma y su utilización en contextos comunicativos más amplios que los que permite el entorno escolar.
El grupo, junto con su profesor/a de inglés y otro profesor acompañante estarán durante una semana practicando la lengua inglesa. El objetivo principal de este programa es proporcionar al alumnado participante una actividad de inmersión en lengua inglesa que les permita desarrollar, en un entorno de comunicación real, sus actividades comunicativas en esta lengua, a la vez que profundizan en conocimientos relevantes de otras áreas y materias del currículo del correspondiente nivel educativo.
En el centro estamos muy contentos por haber conseguido esta beca y esperamos que nuestros a lumnos la disfruten, aprendan y compartan sus nuevos conocimientos con todos cuando regresen al centro.
Aquí podeis descargar la GUÍA DE VIAJE.
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Un hombre de 52 años ha resultado herido tras un incendio declarado en la cocina del Norba Club de Golf de Cáceres. El fuego comenzó a las 12:48 horas y provocó que la víctima sufriera una intoxicación por monóxido de carbono, lo que obligó a su traslado inmediato al Hospital San Pedro de Alcántara. Según ha confirmado el 112 Extremadura, su estado es menos grave, pero el suceso pone de manifiesto la importancia de reforzar las medidas de prevención en cocinas de uso intensivo.
Las campanas extractoras constituyen uno de los puntos más vulnerables dentro de cualquier cocina profesional. La acumulación de grasas, vapores y restos combustibles genera un alto nivel de riesgo que debe controlarse con sistemas automáticos. En este sentido, la extincion campanas de cocina es un recurso imprescindible que garantiza una respuesta inmediata ante cualquier conato de fuego. Estos mecanismos actúan directamente sobre filtros y conductos, neutralizando las llamas antes de que puedan extenderse al resto del establecimiento.
Las normativas de seguridad actuales hacen hincapié en la obligatoriedad de instalar un sistema de extinción de incendios en campanas extractoras en negocios de hostelería, colectividades y cocinas industriales. Estos sistemas están diseñados con agentes químicos específicos que sofocan las llamas en cuestión de segundos, sin afectar a los equipos eléctricos o de gas. Su funcionamiento automático, sumado a la posibilidad de corte inmediato de la energía, convierte a este recurso en la medida más eficaz para evitar situaciones de intoxicación o propagación de incendios en locales con alta actividad gastronómica.
Además de la tecnología instalada, disponer de informacion sobre extintores actualizada resulta fundamental en cualquier estrategia de seguridad. Contar con manuales de actuación, protocolos de evacuación y señalización adecuada permite que el personal actúe de manera coordinada en caso de emergencia. La información clara y precisa reduce tiempos de reacción, disminuye riesgos de intoxicación por humo y favorece una evacuación ordenada. La formación continua en este ámbito es un pilar esencial para la protección tanto de trabajadores como de clientes.
La prevención de incendios en cocinas profesionales debe abordarse desde diferentes ángulos. Por un lado, la limpieza periódica de filtros y conductos es esencial para evitar acumulaciones de grasa inflamable. Por otro lado, la revisión técnica de instalaciones eléctricas y de gas garantiza un funcionamiento seguro de los equipos. También resulta recomendable complementar los sistemas automáticos con detectores de humo y calor, que permiten una activación temprana de los protocolos. Integrar todas estas medidas refuerza la seguridad global y asegura un entorno más protegido frente a posibles incidentes.
La legislación española contempla requisitos específicos para establecimientos de hostelería que incluyen la instalación de extinción en campanas extractoras, señalización de salidas de emergencia y planes de autoprotección. Cumplir con estas obligaciones no solo evita sanciones económicas, sino que también garantiza un mayor nivel de seguridad operativa. La inversión en equipos certificados y su mantenimiento periódico representan una medida de responsabilidad empresarial, que protege tanto los bienes materiales como la vida de las personas.
Más allá de las consecuencias físicas sobre las personas, los incendios generan daños económicos significativos. Pérdidas materiales, interrupción de la actividad, sanciones administrativas y afectación a la reputación del negocio son solo algunas de las consecuencias de no contar con sistemas de prevención adecuados. En este sentido, la adopción de tecnologías modernas de extinción de campanas de cocina constituye un escudo frente a riesgos que pueden comprometer seriamente la continuidad del negocio.
La instalación de equipos automáticos de seguridad aporta múltiples beneficios. Además de proteger la salud de los trabajadores, favorece la conservación de los equipos y reduce los costes asociados a reparaciones o sustituciones tras un incendio. También contribuye a disminuir las primas de seguros, ya que la reducción del riesgo es evidente. Por otro lado, la confianza que genera en clientes y proveedores fortalece la imagen de responsabilidad y compromiso de la empresa.
Si bien los sistemas automáticos son imprescindibles, la intervención humana sigue siendo determinante. Capacitar al personal en el uso de extintores portátiles, mantas ignífugas y en la correcta evacuación de las instalaciones es una obligación que refuerza la eficacia de cualquier estrategia de seguridad. La combinación entre tecnología y formación es la que marca la diferencia a la hora de afrontar emergencias en entornos de hostelería.
El incendio en Cáceres es un recordatorio de que la seguridad en cocinas profesionales no puede dejarse en segundo plano. La integración de extinción campanas de cocina, la instalación de sistemas de extinción en campanas extractoras, el acceso a información contra incendios y la formación continua del personal son medidas que reducen al mínimo los riesgos. Garantizar la protección no es un gasto, sino una inversión estratégica que asegura la continuidad del negocio, protege vidas y refuerza la confianza de clientes y trabajadores.
El incendio registrado en una nave industrial del polígono Saprelorca, en el municipio murciano de Lorca, ha dejado un total de ocho personas heridas, según informaron los servicios de emergencia. El siniestro se originó en el interior de la nave, concretamente en un grupo electrógeno, que comenzó a arder de forma repentina.
Pese a los intentos de los trabajadores por apagar el fuego utilizando extintores, las llamas se propagaron rápidamente, generando una densa columna de humo que afectó a varias personas. Entre los heridos se encuentra una mujer de 51 años que sufrió una crisis de ansiedad, otra de 34 años y cinco varones con edades comprendidas entre 29 y 58 años, todos ellos trasladados al Hospital Rafael Méndez de Lorca con síntomas leves por inhalación de humo.
Al lugar acudieron bomberos del Consorcio de Extinción de Incendios y Salvamento de la Región de Murcia (CEIS), efectivos de Protección Civil y sanitarios del 061, que trabajaron de forma coordinada para controlar el fuego y atender a los afectados. Cerca de 20 personas participaron en las labores de extinción, con apoyo de dotaciones procedentes de los parques de Lorca, Alhama-Totana y Molina de Segura.
Este incidente ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de reforzar las medidas de prevención y seguridad industrial, especialmente en instalaciones donde se manipulan equipos eléctricos de alta potencia.
En cualquier entorno industrial, la seguridad pasiva es un factor determinante para reducir los efectos devastadores de un incendio. Esta engloba todas aquellas medidas destinadas a retardar la propagación de las llamas, proteger las estructuras portantes y garantizar el tiempo suficiente para evacuar al personal y permitir la intervención de los equipos de emergencia.
Uno de los elementos más eficaces en este ámbito son los ignifugados Promatec, un sistema de recubrimiento especializado que se aplica sobre elementos estructurales —como pilares metálicos, vigas y forjados— con el fin de aumentar su resistencia al fuego. Estos tratamientos están diseñados para mantener la integridad de los materiales frente a temperaturas extremas, evitando el colapso prematuro de la estructura durante un incendio.
Los ignifugados Promatec no solo garantizan la estabilidad del edificio durante un siniestro, sino que también reducen las pérdidas materiales y los tiempos de inactividad tras un incidente. Su instalación es una inversión estratégica para cualquier empresa que busque cumplir con los más altos estándares de seguridad industrial y normativa europea.
Toda instalación que aplique tratamientos ignífugos debe disponer de un certificado de ignifugaciónválido y actualizado. Este documento es el que acredita, ante la administración y las aseguradoras, que los materiales y sistemas instalados cumplen con la normativa vigente en materia de protección contra incendios.
El certificado de ignifugación no solo tiene un valor documental, sino que representa una garantía de calidad y cumplimiento técnico. A través de él, se verifica que los recubrimientos ignífugos han sido aplicados por profesionales cualificados, siguiendo los estándares exigidos por el Código Técnico de la Edificación (CTE) y las normativas UNE y EN correspondientes.
Además, es fundamental realizar inspecciones periódicas para confirmar que el tratamiento mantiene su eficacia con el paso del tiempo. Factores como la humedad, el polvo o la exposición a agentes químicos pueden alterar las propiedades de los materiales ignífugos, reduciendo su capacidad de protección. De ahí la importancia de mantener actualizada la documentación y realizar revisiones preventivas de manera regular.
Detrás de cada sistema de prevención y protección eficiente se encuentran las empresas contra incendios, entidades especializadas en la implementación de soluciones integrales para minimizar riesgos y garantizar la seguridad en instalaciones industriales.
Estas compañías son responsables de diseñar, instalar y mantener sistemas activos —como rociadores automáticos, alarmas y detectores de humo— y pasivos —como los ignifugados o compartimentaciones resistentes al fuego—. Pero su papel no se limita a la instalación técnica: también proporcionan formación al personal, asesoramiento sobre normativas y auditorías de seguridad.
Las empresas contra incendios realizan estudios personalizados de riesgo para cada tipo de industria, evaluando la ubicación de los equipos eléctricos, la distribución de los materiales combustibles y los posibles puntos de ignición. Gracias a este análisis, pueden elaborar planes de contingencia eficaces que minimicen el impacto de un siniestro y garanticen una respuesta rápida y coordinada.
Contar con el apoyo de estas empresas no solo es una cuestión de cumplimiento legal, sino una inversión en la seguridad humana y patrimonial. Su experiencia y tecnología permiten anticiparse a los riesgos antes de que se materialicen.
El incendio en la nave industrial del polígono Saprelorca deja una clara lección: la prevención salva vidas. A pesar de la rápida actuación de los equipos de emergencia, el suceso evidencia que muchos espacios industriales aún carecen de una protección pasiva adecuada o de sistemas de control automatizados.
Para evitar este tipo de situaciones, las empresas deben implementar un plan integral de seguridad que incluya:
Instalación de recubrimientos ignífugos certificados.
Actualización constante del certificado de ignifugación.
Contratación de empresas contra incendios especializadas.
Formación periódica del personal en protocolos de emergencia.
Mantenimiento preventivo de equipos eléctricos y generadores.
La coordinación entre prevención técnica, mantenimiento estructural y capacitación humana es la base de una gestión de riesgos eficaz. Ignorar cualquiera de estos componentes puede tener consecuencias irreversibles.
El suceso en Lorca debe servir como un recordatorio para todo el sector industrial español: la seguridad no es un gasto, sino una inversión en continuidad y sostenibilidad. Las empresas que adoptan medidas preventivas no solo protegen a sus trabajadores y activos, sino que también fortalecen su reputación y cumplimiento normativo.
Aplicar soluciones como los ignifugados Promatec, disponer de un certificado de ignifugación en regla y confiar en empresas contra incendios profesionales son pasos imprescindibles para garantizar la seguridad y la resiliencia de las instalaciones.
Solo mediante una cultura de prevención sólida y una gestión responsable de los riesgos podremos evitar que sucesos como el de Saprelorca se repitan. La seguridad industrial es, en definitiva, una responsabilidad compartida que comienza con la conciencia y culmina con la acción.
Las medidas de prevención, la certificación técnica y la colaboración con empresas especializadas son los pilares de un futuro industrial más seguro. Invertir en sistemas ignífugos y en formación no solo protege vidas, sino que asegura la continuidad y la reputación de las empresas.